Nos encontramos en un momento en que apenas hay movilidad ecológica a causa la sociedad la cuál está súper desarrollada. El planeta se contamina a pasos agigantados y la mejor manera de detener esto es impulsando un sistema de movilidad ecológica que permita reducir las emisiones de gases contaminantes.
La controversia aparece en el momento en que ayudar al medio ambiente es caro o supone una molestia para nuestro curioso estilo de vida. Es en este punto cuando nos damos cuenta de que debemos llevar a cabo un plan que conjugue los aspectos medioambiental, social y económico, sin priorizar y dándole a cada uno la importancia que merecen. Así, no está de más conocer y proponer una serie de medidas y características para un sistema de movilidad ecológica.
¿Cómo actuar para conseguir un sistema de movilidad ecológica?
Si queremos crear un sistema de movilidad ecológica exitoso y eficiente, es necesario crear y aprobar una serie de medidas de distinta índole.
Categorizar los vehículos
Se debe definir un esquema que sirva para categorizar los vehículos en función de su nivel de contaminación (donde los vehículos eléctricos estarían a la cabeza como los mayores beneficiados), destacando la tecnología menos contaminante para cada tipo de vehículo e incentivando el uso de una única tecnología para centrar todos los procesos industriales.
Medidas adaptadas
Es crucial que se determinen protocolos de actuación diferentes según la contaminación que presenta cada ciudad. De nada sirve actuar por igual en una cuidad que presenta el doble de contaminación que otra.
Una opción es, cuando una ciudad posea un nivel alto de contaminación, recurrir a la categorización de los vehículos para reducir su consumo en relación a su poder contaminante, descartando la actual distinción por número de matrícula.
Los vehículos que se encuentren sin restricción circularán en carsharing o carpooling, es decir, se hará un uso compartido de ellos.
Tecnología alternativa
Es importante que se apueste por nuevas tecnologías, de manera que se estudien, se prueben y se implanten con éxito en nuestro mercado.
Incentivar el carsharing
Si la política de movilidad urbana promociona el carsharing es más que probable que los usuarios colaboren. Se debe integrar un plan colaborativo en el que se determinen posibilidades, características, sobreextensión, temporalización, áreas a ocupar, y un largo etcétera.
Impuestos
Sería interesante reducir o eliminar los impuestos derivados de la conducción de vehículos no contaminantes. De este modo, el conductor tendría motivos más holgados para decantarse por un vehículo eléctrico ya que no emite tanta cantidad de CO2.
Estas cantidades podrían recaudarse de otra manera, relacionada o no con esta política ecológica.
Impulsar el uso de vehículos no contaminantes
Empezando por la medida expuesta en el punto anterior, tanto los gobiernos como las empresas privadas deberían crear más políticas destinadas a impulsar el uso de este tipo de vehículos no contaminantes. Por ejemplo, el Gobierno puede ofrecer (de hecho, en España lo está haciendo), un plan de ayudas económicas destinado a premiar a aquellas personas que compren vehículos ecológicos.
Pero la cosa no debe quedar ahí, se deberían proponer otras medidas, como por ejemplo, la gratuidad del parking público para quien conduce estos vehículos (y descuentos en los parkings privados), premios por uso de energías compatibles con la sostenibilidad del planeta (pago o devolución en la declaración de la renta, por ejemplo), etc.
Impulsar el uso de vehículos menos contaminantes
No todo el mundo quiere o puede disponer de vehículos ecológicos, por ello, se debería premiar también a aquellos consumidores que se hagan o dispongan de vehículos que emitan menos CO2, por ejemplo, los vehículos más ligeros.
Transporte en empresas
Para las grandes empresas, existen una serie de cargas fiscales que impiden que el transporte colectivo sea una opción atractiva para el empresario. Esto debe cambiar, pues la mayoría de gases contaminantes emitidos por vehículos provienen de turismos utilizados para desplazarse al trabajo.
En resumen, las medidas a adoptar y las características deseables de un sistema de movilidad ecológico son muchas, pero deben contemplar, en esencia, el garantizar el bienestar de la mayoría, reducir el número de vehículos contaminantes y el uso de estos e incentivar el uso de vehículos ecológicos como motos eléctricas, patinetes eléctricos y todos aquellos que emitan energías más limpias para así cuidar el medio ambiente.
