En los últimos tiempos cada vez son más las personas y compañías interesadas e involucradas en el desarrollo y mejora de métodos de impulso y propulsión de vehículos centrados en el consumo y en el respeto al medio ambiente, como son las bicicletas eléctricas en Barcelona, es por eso que cada día nos sorprenden más las investigaciones y los avances de este sector, con la aparición de productos que tiempo atrás parecían totalmente de ciencia-ficción.
A día de hoy, las bicicletas eléctricas funcionan por medio de un motor eléctrico y una batería que almacena y gestiona la energía para hacer de ayuda al pedaleo, conocido como pedaleo asistido. Parece ser pues, que aún queda margen de mejora para estos vehículos de transporte ecológico.
Bicicletas eléctricas: energía solar
La empresa de bicicletas eléctricas Daymak está investigando sobre el desarrollo de una bicicleta eléctrica que integre paneles solares que actúen como captadores de la energía solar, para su posterior transformación en energía eléctrica para la propulsión y movimiento de dicha bici.
La idea y estructura de este sistema de captación-transformación consta también de un motor eléctrico situado en la parte trasera de las bicicletas eléctricas, compuesto a su vez por un panel de placas solares y una batería de iones de litio. Claro está, que esta bicicleta se adapta realmente bien en climas soleados, pues añade un kilómetro de autonomía por cada hora que reciba de luz solar, ya sea parada o en movimiento, las baterías están en situación de carga constante.
Este sistema nos permite además, controlar su funcionamiento por medio del teléfono móvil, ya sea para controlar la carga o para su configuración.
Bicicletas eléctricas: hidrógeno
Muchos otros caminos de producción de energía se están estudiando para la aplicación a los diferentes medios de transporte. Por ejemplo, para este caso de uso de hidrógeno, la energía eléctrica se produce mediante la marcha mediante el hidrógeno que al exponerse al oxígeno que hay en el aire produce electricidad debido a una reacción química, en la que el agua es el único residuo resultante de esta reacción. Las principales ventajas de este método son la producción de una gran autonomía (unos 130 km) y su bajo coste de carga (unos 2€).
Esperamos entonces grandes avances y soluciones que mejoren o que lleguen incluso a sustituir las bicicletas eléctricas que conocemos.