Desde su aparición, el coche siempre ha sido el transporte más utilizado a nivel mundial, sobre todo en las principales ciudades de los grandes países, hasta el punto de convertirse en algo imprescindible y necesario para la movilidad de las personas tanto en terrenos interurbanos como de las afueras.
Debido a los aspectos evolutivos tanto de comodidad como económicos y medio ambientales, el coche ha ido perdiendo fuelle respecto el auge de el uso de motos y bicicletas en las ciudades, así como un incremento en el uso del transporte público, pues no solo ahorramos dinero, sino que también estamos contribuyendo a generar menos contaminación y a preservar de mejor forma el medio ambiente.
Todo esto junto a la forma de pensar de las nuevas generaciones en cuanto a la movilidad, hace que aparezcan otras opciones de transporte que favorece a sus usuarios, como por ejemplo el hecho de compartir vehículo para ir a un mismo destino, el uso del servicio de alquiler de bicicletas, o el hecho de interesarse más en el desarrollo y uso de vehículos eléctricos como métodos alternativos de movilidad urbana.
Las cifras nos indican que hay alrededor de 2 millones de personas asociadas a grupos de compartimiento de coche para desplazarse, buscando así la mejor alternativa en cada momento. La previsión del incremento de estos miembros de grupos de consumo colaborativo llega hasta los 15 millones en 2020. Y es que el funcionamiento del sistema de servicios de transporte integrado permite a sus usuarios utilizar distintos medios de transporte con tal de realizar la ruta preestablecida.
Beneficios y ventajas del coche compartido y los vehículos eléctricos
Como beneficio principal del uso del coche compartido para el desplazamiento es la reducción de gases contaminantes, puesto que presenta una media anual de por cada coche compartido dejan de circular 15 vehículos. Los usuarios de este sistema de colaboración para el transporte implica el cambio de rutinas y formas de actuar de los mismos, haciendo que estos se inclinen más también por el transporte público y el uso de vehículos ecológicos como motos eléctricas y bicicletas eléctricas, además de optar por caminar en trayectos que habitualmente no hacían.
Asimismo, el sistema de alquiler de bicicletas de ciudad como transporte público interurbano es todo un éxito en las principales ciudades a nivel internacional debido al tráfico existente y las dificultades de movilidad por carretera, como es el caso del Bicing en Barcelona. Este incluso ha presentado una flota de bicicletas eléctricas para aquellos usuarios que precisen de ellas. Del mismo modo, podemos encontrar conjuntos de motos eléctricas en alquiler por parte de hoteles y grupos turísticos.
Otro caso de éxito en electromovilidad es París, con su proyecto de vehículos eléctricos Autolib, que cuenta con unas 2.000 unidades y más de 700 puntos de recarga distribuidos de forma estratégica por la ciudad.
La aparición de nuevos sistemas de movilidad conjunta y la implicación de los ciudadanos en la optimización del bienestar social y la economía hace que el uso privado e individual del coche convencional se este perdiendo a favor de nuevos métodos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente, que satisfacen igual o mejor nuestras necesidades de desplazamiento.