El Ayuntamiento de Barcelona, a modo experimental, ha sido capaz de alterar por completo la circulación en dos zonas muy céntricas con la aparición de las nuevas “superillas”.
Estas zonas están pensadas para que los conductores de coches, furgonetas y demás vehículos privados lo tengan difícil a la hora de adentrarse y opten por aparcar el vehículo y comenzar a hacer de peatón, recurrir a una bicicleta o, al menos, coger el transporte público.
Todo lo que debes saber acerca de las nuevas “superillas”
Barcelona estrena nuevo trazado urbano con dos zonas llamadas superillas, lugares donde se favorece el tránsito de peatones, bicicletas y transporte público.
¿Cómo se consigue que los conductores habituales lleguen a tomar esa decisión? Con dos máximas a cumplir en las superillas: conducir a un máximo de 10 km/h y girar obligatoriamente en cada intersección interior.
De esta manera, el conductor cuenta con una única opción para moverse, impidiéndole en todos los casos ir en línea recta, de manera que una diagonal de cada intersección queda completamente libre para ser disfrutada por los peatones y los ciclistas quienes, además, puedes circular por las superillas en ambos sentidos.
Objetivos de la nueva normativa
Se pretende, de este modo, limitar la circulación de vehículos, con la esperanza de que sólo circulen por estas zonas los vecinos, al no tener más alternativa. Así, todos ganamos -o casi todos-: los peatones pueden circular con más libertad, se fomenta el uso de transporte alternativo, mucho más respetuoso con el medio ambiente, y se agiliza la circulación.
Como es de esperar, el invento causó un gran revuelo entre los vecinos y “afectados” ya que supuso una gran confusión cuando se llevó a cabo. Si bien se reforzó la zona con más Guardia Urbana, estos se limitaron -con pocas opciones más, la verdad- a explicar una y otra vez cómo debía ser la circulación en las nuevas superillas.
Aunque esta medida es experimental, son muchos los que estamos apostando por ella en pos de mejorar la relación peatón-conductor y, por supuesto, de darle un respiro al medio ambiente con esta iniciativa.
Inconvenientes y desventajas de las superillas
Por supuesto, la propuesta no ha quedado sin criticar pues, por otro lado, no son pocos los inconvenientes que supone para aquellos conductores que, irremediablemente, deben frecuentar las superillas para ir a trabajar o realizar cualquier otra tarea.
Esto, por no hablar de la cantidad de zona de aparcamiento que se va a perder y que va a hacer que los conductores deban aumentar su recorrido, con el tiempo que ello conlleva; un desastre para estos mismos trabajadores que tendrán que madrugar aún más.
Además, por supuesto, es de respetar la opinión que dice que es, simplemente, “un fastidio”.
En cualquier caso, se trata de una medida provisional y experimental, que no tiene por qué mantenerse en el tiempo. Tanto es así que aún existen detalles sin pulir, como, por ejemplo, qué hacer con todo el espacio sobrante.
Se ha llamado a la acción a 200 estudiantes de arquitectura a fin de que propongan una solución para aprovechar ese espacio creado. Nosotros proponemos, para ayudar al medio ambiente –y a nosotros mismos– plantar unos bonitos árboles que aporten el O2 que tanto necesitamos en la capital.
En Battery Things, por supuesto, apostamos por esta medida, que hace que los usuarios de vehículos como las bicicletas eléctricas tengan una mayor libertad de movimiento.